Existen tres tipos de radiación ultravioleta, los rayos UVA, UVB y los rayos UVC. Por suerte, estos últimos, muy dañinos, no nos llegan gracias a la capa de ozono. Los UVB causan daños a la piel y aumentan el riesgo de cáncer de piel.
También agrava los efectos cancerígenos de los rayos UVB y cada vez más se considera la luz UVA un causante de cáncer de piel. Los protectores solares varían en su capacidad para de proteger contra los rayos UVA y UVB.
Por ejemplo, las cremas de protección solar con nanopartículas de dióxido de titanio y óxido de zinc permiten una mayor protección y, al ser transparentes, son estéticamente más atractivas.
Para entender el funcionamiento de las cremas solares y la diferencia entre las que tienen o no nanopartículas en su composición, se propone el análisis de las siguientes imágenes.
Con el material de la maleta NANOEXPLORA también se puede establecer una analogía entre la realidad, las imágenes y los modelos con bolas de poliestireno expandido.
Si enfocamos la linterna por la parte de arriba de la caja, en el caso de las bolas más grandes se pueden ver los rayos de luz si miramos por debajo. Al repetir la acción, en la caja de bolas pequeñas, no veremos la luz, lo cual quiere decir que los rayos no traspasan el material.
Experimento complementado desde NANODAYS
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